Mujeres en el Paro
La mujer indígena es a la vez símbolo e individuo. En la jornada de once días de huelga nacional de Octubre de 2019, la más larga de la historia reciente del Ecuador, sus rostros fueron testimonios de lucha y resistencia. Al interior de la masa de cuerpos y voces que se enfrentaban a las fuerzas del Estado, estaban camufladas sus historias personales como hijas, esposas, madres, hermanas y compañeras. También sus luchas como trabajadoras del campo, guardianas del agua, de las semillas, de la selva, los animales y el conocimiento. En esos momentos, sus miradas reflejaban una mezcla de miedo, cansancio, ira y determinación.
En los últimos días de las marchas, justamente en medio del cansancio y la incertidumbre generalizada, recogí testimonios de trece mujeres indígenas. Las preguntas fueron simples: ¿por qué están allí? y ¿cómo se sienten? Entre gases lacrimógenos escribieron sus sensaciones en el papel, muchas de ellas distraídas, preocupadas por su gente que había salido al frente a luchar, algunas con lágrimas en los ojos al verse enfrentadas a sus propias emociones. Pero todas, con la fuerza y la sabiduría de quien tiene claro su objetivo de lucha".
A nosotros el paquetazo no nos ayuda en nada. El gobierno a nosotros nunca nos ha escuchado. Y por esto estamos aquí. Y nosotros siempre vamos a estar al frente de nuestro pueblo luchando. Los pasajes, no nos perdonan ni un centavo. Y nosotros ahí estamos, por más que no tenemos nada. Por eso estoy enojada, estoy aquí al frente porque mi selva me da el poder y la fuerza. Yo vivo de ella y si me muero no tendré miedo porque mi espíritu estará igual de fuerte con mis descendientes. Y si me muero, la naturaleza se vengará.